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En la vanguardia de la Cuarta Revolución Industrial, las bibliotecas enfrentan un desafío transformador clave: la digitalización. La adopción de la inteligencia artificial (IA) no solo es inminente, sino también fundamental para redefinir la entrega de servicios académicos y/o administrativos. Este post expone cómo la IA puede convertirse en el eje de esta metamorfosis, prometiendo una evolución significativa en la administración de recursos y la experiencia del usuario. Aunque actualmente la integración de la IA es moderada, su potencial para revolucionar estos espacios es inmenso y vital para su relevancia futura.
Introducción
Imagine una biblioteca donde cada estudiante recibe recomendaciones personalizadas de libros, recursos basados en sus intereses y patrones de estudio. Donde los procesos internos corren sin problemas gracias a la automatización de tareas repetitivas. Y además la continuidad de los servicios está asegurada incluso en tiempos de crisis. Esta visión del futuro empezó a formarse desde que la pandemia del Covid-19 azotó al mundo y no solo las bibliotecas sino otras industrias se vieron obligadas a transformarse para dar respuesta al mundo digital. Ahora, con el lanzamiento al mundo de la IA, el uso de esta y su implementación representará un cambio radical, más que incremental, ya que su objetivo es facilitar y mejorar la eficiencia a través de la optimización de diferentes gestiones o procesos. El ideal para las bibliotecas sería llegar a un servicio altamente personalizado y una robustez operativa para enfrentar las futuras disrupciones socioculturales y tecnológicas. Esta transición no solo transformará los servicios ofrecidos, sino que también permitirá asegurar la continuidad y relevancia de estos centros de aprendizaje en un entorno cada vez más digital.
Personalización y enriquecimiento de la experiencia del usuario
La Biblioteca Pública de Nueva York ya está implementando sistemas de recomendación basados en IA que analizan los patrones de estudio y preferencias individuales de los usuarios, según menciona Marc Lorenzo en su post de IA generativa, de esta manera están optimizando la retención de información y el tiempo dedicado al estudio. Por ejemplo, un sistema de recomendación de libros y recursos basado en IA podría sugerir materiales relevantes a cada estudiante según su historial de búsqueda, cursos y áreas de interés. Esta personalización mediante IA no solo podría satisfacer las necesidades actuales, sino que también prepararía a las bibliotecas para futuras contingencias digitales y situaciones imprevistas, como la pandemia de COVID-19.
Eficiencia operativa y reducción de costos
La Biblioteca Joe y Rika de la Universidad de Chicago y su bibliotecario robot son un acercamiento al automatizar una tarea repetitiva en este ámbito, que es la organización de la colección física y el tedioso problema de identificar en una estantería qué hacer cuando no contamos con el espacio suficiente para ingresar nuevos libros. Este robot escanea las estanterías autónomamente para determinar qué libros faltan o cuáles están fuera de su sitio y del espacio disponible, así da datos para que los bibliotecarios tomen decisiones más rápidas y permitiendo que su personal se enfoque en tareas de mayor valor añadido, como el apoyo a la investigación y gestión de colecciones especiales. Por ejemplo, la catalogación y clasificación de nuevos materiales bibliográficos podría automatizarse mediante algoritmos de IA entrenados en los estándares y prácticas de catalogación de una biblioteca. Otra tarea repetitiva que puede automatizarse es la generación de informes estadísticos sobre el uso de la colección y los servicios de la biblioteca. Esta mejora continua en los servicios y eficiencia operativa es crucial para transformar digitalmente las bibliotecas, haciéndolas más ágiles y menos dependientes de procesos manuales costosos.
Resiliencia ante disrupciones tecnológicas y emergencias
La crisis que se vivió con la pandemia del COVID-19 evidenció la necesidad de la digitalización en las bibliotecas. Un centro de información equipado con IA podría mantener la continuidad de los servicios educativos de forma remota, desde soporte académico hasta acceso a recursos digitales. Por ejemplo, un chatbot basado en IA podría brindar asistencia virtual 24/7 a los usuarios, respondiendo preguntas frecuentes, ayudando con búsquedas bibliográficas y proporcionando acceso a recursos electrónicos. Además, la IA podría facilitar el préstamo y devolución automatizada de libros, permitiendo a los usuarios acceder a la colección física de la biblioteca de manera segura y sin contacto durante emergencias.
Conclusión
La integración de IA en las bibliotecas universitarias trasciende de ser una mera tendencia tecnológica; es una estrategia crucial que alinea a estas instituciones con las expectativas modernas de acceso y gestión de la información. La adopción de tecnologías de IA no solo mejora la eficiencia y los servicios ofrecidos, sino que posiciona a las bibliotecas como pioneras en la innovación educativa a nivel universitario. La era digital demanda una transformación audaz y proactiva, siendo la inteligencia artificial un componente esencial en la estrategia operativa y de servicio de las bibliotecas. Si bien aún es prematuro encontrar una gran cantidad de ejemplos específicos de implementaciones de IA en bibliotecas, debido a que es una tecnología relativamente nueva en este sector, los ejemplos mencionados muestran de manera superficial el enorme potencial que tiene para transformar la forma en que las bibliotecas operan y brindan servicios a sus usuarios. Al implementar soluciones de IA para personalizar la experiencia del usuario, optimizar procesos internos y mantener la continuidad de los servicios, las bibliotecas pueden evolucionar para satisfacer las necesidades cambiantes de sus comunidades y garantizar su relevancia en el futuro. Imagina un mundo donde las bibliotecas no solo sobreviven, sino que prosperan en la era digital. Un mundo donde la IA libera a los bibliotecarios para dedicarse a tareas más creativas e impactantes. Un mundo donde cada estudiante tiene acceso a recursos personalizados que lo inspiran a aprender y crecer. Este futuro está al alcance de nuestras manos si abrazamos la inteligencia artificial como la herramienta transformadora que es. Las bibliotecas del siglo XXI están listas para reinventarse como centros de aprendizaje e innovación, y la IA será su aliada clave en este emocionante viaje hacia el futuro.
Referencias bibliográficas:
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Sarmiento, C. (n.d.). ¿Cómo la IA puede cambiar el mundo como lo conoces? LinkedIn. https://www.linkedin.com/pulse/c%C3%B3mo-la-ia-puede-cambiar-el-mundo-como-lo-conocesmos-sarmiento